domingo, 5 de diciembre de 2010

Atractivos naturales en la selva de Junín

Disfruta de eco-lodges, Canopy y turismo vivencial asháninka con clima soleado todo el año.



En las terrazas del Fundo San José, en Chanchamayo, el aroma dulzón que viene de los frutales de San Ramón y de La Merced se deja sentir con fuerza. Aquí aún es posible caminar entre bosques prístinos con miradores naturales, disfrutar de una estancia familiar VIP combinada con la adrenalina de los deportes de aventura, y sorprenderse con el exotismo y la amabilidad del pueblo asháninka.


Un buen ejemplo es la comunidad de San Miguel, que ha preparado un trekking que ofrece una liberación espiritual por indómitos parajes poblados de ceibos, nogales y árboles de más de 100 años que otorgan un frescor ideal para caminar.Un pequeño tambo en medio de una colina es ideal para descansar o para pasar la noche. Desde allí se emprende una incursión a través de la selva virgen, donde los indígenas todavía construyen escondites de hojarascas para sorprender a aves y mamíferos. Los asháninka, para beneplácito de los viajeros, hacen una demostración real. Tranquilo, ellos usan el arco y las flechas como nosotros el celular. Además, solo aplican la técnica, no matan animales.retorno conduce hacia la comunidad de Pampamichi, desde donde se puede viajar a través de la llanura si se anima a hacer Canopy, un emocionante deporte de aventura que lleva al visitante sobre los prados cual hombre araña. Más adelante está Pichanaki y su playa artificial. Desde allí también puede hacer un recorrido en peque-peque y ver cómo el sol incendia el río Perené.

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